Al menos 50 empresas han lanzado al mercado mezclas que parecen leche.
Quizá, sin saberlo, miles de familias están consumiendo un alimento que, aunque parece leche, poco tiene que ver con este producto básico de la canasta familiar.
Se trata de una mezcla elaborada a base de 'lactosuero rehidratado' (sobrante del proceso de elaboración del queso), que se vende en presentación líquida y en polvo, con empaques casi idénticos a los de la leche, pero con composición, calidad nutricional y precio diferentes.
Aparecen con nombres que hacen referencia a la leche, y suelen estar al lado de los lácteos, en los hipermercados.
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), abrió, el lunes, una investigación formal por competencia desleal contra 20 empresas que las producen y contra tres almacenes de cadena.
Pero ¿qué contienen estos productos (ver gráfico) y qué tan grave es su consumo?
No reemplazan la leche
Claudia Angarita, directora del Centro Colombiano de Nutrición Integral, dice que,bien preparados, no son peligrosos, pero que su consumo indiscriminado, en reemplazo de la leche, disminuye la cantidad de proteínas y de grasa, aumenta la cantidad de azúcar en el organismo y "podría ocasionar obesidad y desnutrición".
El gerente general de Colanta, Genaro Pérez, va más allá y afirma que "los lactosueros son comida para cerdos, que funcionan bien engordando ganado, pero que no sirven para los humanos".
Panco, firma investigada, asegura que si tienen registro Invima es porque son aptas para el consumo humano y que, detrás del escándalo, hay una persecución del monopolio lechero. "No se está engañando y, si es dañino, pues que digan quién está en el hospital por eso", aseguró una fuente de esa compañía.
Pero lo que busca la SIC no es sacarlas del mercado, sino que cumplan la ley y especifiquen qué contienen. Por eso planea emitir una resolución para que en los empaques de las mezclas lácteas diga: 'Este producto no es leche'.
Y las normas, ¿qué?
El presidente de Alquería, Carlos Enrique Cavelier, que tiene en el catálogo de una de sus filiales mezclas lácteas certificadas, dice que hay inescrupulosos que compran suero, a 30 pesos el litro, para rendir la leche y las mezclas.
Otros lo importan desde Argentina y Europa, donde se produce para galletería y para alimentar ganado.
Los más fraudulentos consiguen el producto de contrabando (esta semana se incautó un contenedor en Medellín), afectando al consumidor y a miles de campesinos.
El problema es que no existe tope legal para la cantidad de ingredientes que usan y no se sabe, por ejemplo, qué proporción de suero y de leche, suponiendo que la tengan, es la que realmente contienen estas mezclas que hoy comercializan más de 50 empresas en el país.
Cómo distinguir la leche de las mezclas
Lo primero que hay que observar es que diga "leche"; que contenga información nutricional (la mayoría no la tiene); y que tenga registro vigente del Invima. Pero no basta que diga "leche", pues se sospecha que algunas empresas de garaje le agregan suero. Por eso hay que analizar la información nutricional. Por ejemplo, si dicen contener 3 gramos de proteína, hay que analizar en qué cantidad, ¿en un litro, en 280 mililitros? "Lo que interesa es el porcentaje de proteína que aportan", dice la ingeniera química Cristina Almanzar, jefa de Calidad de Colanta.
La leche líquida debe tener por lo menos 2,9 por ciento. Y, la leche en polvo, 24,5 por ciento.
JORGE QUINTERO
REDACCIÓN DOMINGO
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