Su juventud no es un impedimento para que ya estén patentando sus primeras creaciones, bajo la tutoría del doctor Raúl Cuero.
No es fácil de creer, pero este grupo de muchachos que ven en la foto, que parecen lo que son: jóvenes estudiantes o profesionales recién graduados de la universidad, informales y alegres, son los científicos, no del futuro, sino del presente del país.
El título se lo han ganado, como los 'grandes', con estudio y el viejo truco de la prueba y el error en largas jornadas de trabajo en laboratorios, las cuales les han permitido concretar inventos, de esos que merecen ser patentados.
Por ejemplo, Luis Esteban Castillo, quien está a la derecha acurrucado, ya tiene dos inventos en su haber. Es de Buenaventura, tiene 23 y antes de ser químico de la Universidad de Quindío, fue y sigue siendo pescador como su padre. Esa es su esencia, su oficio, el que le ha dado para comer y para estudiar. Claro que ahora se da el 'lujo' de vivir de su trabajo como químico inventor.
Está metido en varios proyectos, pero ya dos le cuajaron y están recién salidos del horno: una tecnología para detectar petróleo y una técnica basada en métodos naturales para desulfurarlo. Los dos están en proceso de patente.
Juliana Navia, que está de pie a la izquierda con pelo corto y una bufanda, es una microbióloga de 22 años que, aunque trabaja en unos proyectos para Casa Luker, ya está en el proceso para patentar un sensor molecular que desarrolló con el doctor Raúl Cuero desde hace cuatro años, para el diagnóstico temprano de diabetes.
Y Jennifer Rusi, de 19 años, estudiante de sexto semestre de ingeniería de sistemas en Bucaramanga, es una dura en modelajes computacionales con los que apoya los diferentes proyectos, entre ellos el del detector de petróleo.
Todos ellos vienen trabajando desde hacer rato en sus inventos y en investigación. No son niños genios, de esos que aprendieron a leer en la cuna, ni resolvieron fórmulas matemáticas a los 3 años. Simplemente son jóvenes inquietos y curiosos, que han aceptado el reto de asumir la ciencia y la tecnología como algo divertido. Eso les enseñó su mentor, el científico colombiano Raúl Cuero, quien los congregó en el Parque de la Creatividad.
"No es un lugar físico, es un espacio donde se interactúa bajo la mentoría de Raúl Cuero. Puede ser a través de video conferencias, o cuando él viene al país, o intercambiando correos electrónicos. Hay lluvia de ideas. Nos ponemos a averiguar y cada uno desarrolla sus habilidades y capacidades. Él te reta y uno asume ese reto", cuenta Patricia Ahumada, microbióloga de 24 años
De hecho, algunos viven en Bogotá, otros en Bucaramanga, en Manizales, en Armenia. Cada uno trabaja en su proyecto, bajo la guía del doctor Cuero, a veces se requiere el trabajo interdisciplinario y se juntan.
Inventos para ser comercializados e industrializados
El objetivo principal del Parque de la Creatividad es formar inventores que desarrollen invenciones, productos y conceptos innovadores de impacto mundial, pero no para que se queden en los laboratorios, sino para patentarlos, negociarlos y comercializarlos.
De esa parte se encarga la recién creada empresa Biovida, que dirige Felipe Osorio, el ex presidente de Monsanto para India y de Team Foods. "Hay dos líneas de trabajo. Una es desarrollar encargos de empresas que contratan al Parque, y otra son las invenciones que propias del Parque", comenta Osorio, quien ya tiene inventos para ofrecer.
Raúl Cuero, un inquieto inventor
Los muchachos hablan con admiración y respeto del doctor Raúl Cuero, pero también se sienten cómodos con él "porque nos trata de igual a igual", dicen.
Él es un modelo para ellos. Nació en un hogar humilde de Buenaventura (Valle). Es hijo de una lavandera y un cargador de bultos, y desde la escuela se caracterizó por su curiosidad frente a los animales y las plantas. Estudió biología en la universidad del Valle, tiene una maestría en ciencias y patología de la universidad de Heidelberg en Ohio y es Ph.D en microbiología de la Universidad de Strathclyde, en Glasgow (Escocia). Desde hace 17 años trabaja en los laboratorios de la universidad de Prairie View A&M en Texas.
Su hoja de vida reseña 10 inventos, algunos patentados y el resto en el proceso.
Hace dos años, la Nasa lo distinguió por una investigación que demuestra que el suelo de Marte es importante para la tierra, para eliminar sustancias químico tóxicas y material radionuclear. La idea del Parque de la Cretividad surgió de su inquietud por generar espacios para que los estudiantes de Colombia y otras partes del mundo cultiven su capacidad creativa y la conviertan en inventos rentables y útiles para la sociedad.
Las cifras: 5 inventos para patentar han surgido en el Parque de la Creatividad.
15 a 25 años tienenos jóvenes que participan en el Parque de la Creatividad.
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