Por Lucia Mutikani
WASHINGTON (Reuters) - El crecimiento económico estadounidense fue revisado a la baja el viernes a una tasa anual del 1,6 por ciento durante el segundo trimestre, apuntando a condiciones para un crecimiento aún más flojo durante el tercer trimestre.
El reporte del Departamento del Comercio sobre el Producto Interno Bruto, la medición de la producción total de bienes y servicios dentro de las fronteras del país, fue golpeado por el mayor incremento en las importaciones en 26 años. Sin embargo, no fue tan débil como se estimaba.
Hasta el momento, los analistas no creen que la economía recaerá en recesión y señalan que la perspectiva más probable es que la expansión sea floja, en lugar de ver una vuelta en la recesión.
"El panorama sigue siendo el de un crecimiento modesto, en lugar de una recaída en recesión. Las interrogantes siguen siendo si un crecimiento por debajo de la media que no logre reducir la tasa de desempleo, es suficiente para evitar nuevas medidas de la Fed", dijo Julia Coronado, economista de BNP Paribas en Nueva York.
Por su parte, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke dijo a los miembros del banco central en su reunión anual en el estado de Wyoming que la recuperación había perdido más fuerza de la esperada y reiteró que la Fed estaba lista para tomar nuevas medidas de ser necesario para impulsar el crecimiento.
"El comité está preparado para dar alivios monetarios adicionales mediante medidas no convencionales si resulta necesario, especialmente si el panorama se deteriora de manera significativa", señaló.
Un sondeo privado del viernes mostró también que la confianza del consumidor cayó a fines de agosto respecto a los niveles de comienzos de mes, pero mejoró frente a fines de julio.
El Producto Interno Bruto del segundo trimestre del año había sido previamente reportado con una expansión del 2,4 por ciento.
Sin embargo, el dato fue ligeramente mejor que las expectativas del mercado. Analistas consultados por Reuters esperaban que el PIB, que mide el total de bienes y servicios producidos dentro de las fronteras de Estados Unidos, mostrara un crecimiento del 1,4 por ciento. La economía se expandió a un ritmo del 3,7 por ciento entre enero y marzo.
En las operaciones del medio día, las acciones en Wall Street avanzaban, mientras que los bonos del Tesoro caían con fuerza. El dólar subía frente al euro.
MAL PRESAGIO POLITICO
La desaceleración en la recuperación económica es uno de los grandes desafíos políticos del Gobierno del presidente Barack Obama y del Partido Demócrata, a dos meses de una crucial elección legislativa que podría cambiar el balance de poder en el Congreso a favor de los republicanos.
Un sondeo de Reuters/Ipsos de esta semana mostró que los niveles de aprobación de Obama cayeron a un 45 por ciento, superado por primera vez por la desaprobación a su gestión, que alcanzó un 52 por ciento.
Mientras que el crecimiento en Estados Unidos se está desacelerando, la producción en otros países industrializados mantiene su fuerza. La economía del Reino Unido creció a su ritmo más intenso en nueve años en el segundo trimestre debido a la fuerza de la actividad en el sector de la construcción.
Sin embargo, un creciente déficit presupuestario hace poco probable que el Gobierno estadounidense inyecte más dinero en la economía.
El crecimiento en el último trimestre se vio afectado por un avance del 32,4 por ciento en las importaciones, su mayor nivel desde el primer trimestre de 1984 y que opacó un alza del 9,1 por ciento en las exportaciones.
Esto creó un déficit comercial que rebajó 3,37 puntos porcentuales del PIB, el mayor recorte desde el cuarto trimestre de 1947.
IMPULSO INVENTARIOS SE DESVANECE
Una menor contribución de los inventarios empresariales de la estimada inicialmente también contuvo la producción. Los inventarios corporativos crecieron en tan sólo 63.200 millones de dólares, en lugar de los 75.700 millones de dólares reportados en un primer momento, aportando 0,63 puntos porcentuales al PIB.
Los inventarios, que han sido uno de los principales motores de la recuperación iniciada en la segunda mitad del 2009, crecieron en 44.100 millones de dólares en los tres primeros meses del año.
Algunos de los puntos positivos en el informe vinieron de la mano del gasto del consumidor, un dato que fue revisado al alza para mostrar una tasa de crecimiento del 2,0 por ciento, en lugar del 1,6 por ciento. El gasto del consumidor creció un 1,9 por ciento en el primer trimestre.
El elevado nivel de desocupación mantiene contenido el gasto del consumidor, un segmento que normalmente representa el 70 por ciento de la actividad económica de Estados Unidos. El gasto aportó 1,38 puntos porcentuales al PIB del trimestre pasado.
Aunque las empresas han sido renuentes a contratar nuevos trabajadores, han estado invirtiendo en equipos y software, algo que también contribuyó al repunte en las importaciones.
La inversión empresarial fue revisada al alza para reflejar una tasa del 17,6 por ciento, el mayor incremento desde el primer trimestre del 2006.
El crecimiento de la construcción de nuevas viviendas fue revisado a la baja ligeramente a un 27,2 por ciento, desde el 27,9 por ciento. El sector, que durante el primer trimestre fue una carga en la economía, fue impulsado por un popular crédito fiscal para la compra de viviendas que terminó en abril.
El dato del PIB mostró también que las ganancias corporativas crecieron un 2,9 por ciento en el segundo trimestre, tras aumentar un 5,8 por ciento en los primeros tres meses del año.
F reuters.com
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