Citigroup, molineros y gremio del pan creen que revaluación debe absorber parte del alza del trigo. En el pasado el pan subió movido por alzas del trigo, pero cuando el cereal bajó, el pan no lo hizo.
Mientras el Gobierno y el Banco de la República buscan la manera de enfrentar la caída del dólar, la divisa barata podría atenuar posibles alzas del pan y de algunos alimentos más que pueden recibir el impacto del encarecimiento mundial del trigo y de otras materias primas durante las últimas semanas.
El trigo y el maíz comenzaron a subir en julio, y ahora están 53,61 y 23,6 por ciento más caros que hace dos meses. Mientras tanto, el dólar ha caído 12,43 por ciento en lo corrido del año, lo que puede servir de colchón a posibles alzas de ciertos alimentos.
Según un análisis del Citigroup, el impacto en la inflación de países que importan estas materias primas, como Colombia, a causa del aumento mundial de sus precios, puede ser absorbido a través de la apreciación de la tasa de cambio, justamente lo que sucede en el país.
Según la agencia Bloomberg, el peso es la moneda más revaluada de América Latina y de los países emergentes y la segunda del mundo. Jaime Jiménez, director de la Cámara de la Industria Molinera de la Andi, está de acuerdo en que la revaluación ha sido un colchón para amortiguar el precio internacional de las materias primas.
También José Félix Cipriani, gerente de la Asociación Nacional de Industriales de la Panadería y Alimentos Complementarios (Anipán), reconoce que la revaluación del peso frente al dólar atenúa las alzas que pueda tener el trigo.
Sin embargo, Jiménez dice que el sistema de franja de precios para los aranceles ha ampliado su techo y su piso, lo que podría ser un factor al alza para las materias primas en estos momentos. Jiménez recuerda que otros factores para los precios del trigo, además del dólar y los aranceles, son los fletes internos y externos.
Entre tanto, Cipriani señala que, si el efecto del alza mundial del trigo no es atenuado y la materia prima se encarece, el impacto negativo en el precio a los consumidores puede llegar a ser hasta de diez por ciento. Un alza de la materia prima se traduce, en la misma proporción, en menor cantidad de masa por cada pan que se fabrique; es decir, se producen panes que se venden a los mismos precios pero su tamaño será menor.
La harina, como materia prima, es el 54 por ciento de cada 100 gramos de pan que se preparen. El problema de las alzas cuando hay choques por la cotización internacional del trigo es que luego, cuando el cereal o el dólar vuelven a bajar, el pan no baja sino que se queda en los precios altos que se alcanzaron.
Esta ganancia, se presume, queda en manos de la cadena de distribución de la harina de trigo. Así ocurrió en el 2008, cuando el trigo estuvo mucho más caro que ahora (488 dólares tonelada) y el pan subió en el país 12 por ciento en los primeros cinco meses de ese año.
Posteriormente, para lo corrido de ese año, el trigo bajó 39 por ciento, pero el pan se quedó en los niveles altos que se mantienen hasta hoy. En 2009 el trigo subió apenas 9,3 por ciento. Este año, el pan ha subido 2,1 por ciento y el impacto del trigo se sentiría tres meses después, dicen firmas importadoras de cereales.
F eltiempo.com
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