En su balance, el Ministro de Minas y Energía dijo que el mayor reto para superar la producción de 100 millones de toneladas de carbón es la infraestructura de transporte del mineral.
Para Hernán Martínez, el crecimiento del sector a su cargo se debe fundamentalmente a la seguridad democrática y a unas reglas de juego claras, con contratos atractivos y brindándoles confianza a los inversionistas.
A esto agrega el avance en normatividad en temas ambientales que permite agilidad en la toma de decisiones, con las mejores prácticas en esta materia.
¿Qué debe hacer el país para lograr las ambiciosas metas de producción de petróleo?
Seguir en forma continuada con las políticas que se han venido desarrollando y en especial, impulsando la exploración y explotación de hidrocarburos.
Es fundamental que el país y las regiones tengan información de primera mano de lo que significa el sector, de las reales expectativas que el mismo puede generar en materia de inversión social voluntaria, empleo y prestación de servicios asociados y, sobre todo, evitar que se generen malas informaciones o falsas expectativas.
De igual forma, la renta petrolera y, en especial, las regalías deben convertirse en fuente de desarrollo sostenible para las regiones y que las mismas se dirijan a proyectos de importancia y trascendencia regional y no terminen atomizadas en pequeños proyectos de poco valor y que no son multiplicadores de otros elementos de desarrollo local.
¿Qué falta para superar los 100 millones de toneladas en exportaciones de carbón?
El reto más importante para superar la producción de 100 millones de toneladas es la infraestructura, tanto de ferrocarriles como portuaria. Por ello, el Ministerio contrató a finales del año pasado una consultoría para identificar exactamente la infraestructura que se requiere.
¿Y en gas?
Gracias al plan de masificación, hoy cinco millones y medio de colombianos disfrutan de las grandes ventajas de contar con el gas natural domiciliario; y otros 300.000 han convertido sus vehículos al gas natural vehicular, cifra bastante alentadora si tenemos en cuenta que en el año 2000 sólo había 18.000 carros convertidos. Esto desmuestra, además, la confianza en el buen desempeño de este energético.
Para atender esta creciente demanda, se ha incrementado el número de estaciones de servicio que ofrecen gas natural vehicular a 614 a lo largo de todo el país.
Si bien Colombia cuenta con reservas de gas para atender la demanda doméstica hasta 2017, se viene trabajando en la construcción de nueva infraestructura para ampliar la capacidad de transporte, como los gasoductos Cali-Popayán, Gibraltar-Bucaramanga, y Sardinata-Cúcuta.
¿Cómo ve las posibilidades del oro?
En oro existen importantes posibilidades para Colombia, porque se han identificado muchas zonas del territorio con gran potencial, pero para lograr su desarrollo debemos hacer un trabajo riguroso para armonizar los intereses ambientales y étnicos.
¿Le preocupa la armonización con los temas ambientales de la minería?
No me preocupa, porque ya hemos establecido una agenda con el Ministerio de Ambiente para el tema minero, en donde se plasmaron objetivos y metas muy concretas.
¿Vamos bien en materia energética?
Una de nuestras grandes fortalezas es la generación y transporte de energía eléctrica, nuestro potencial hídrico y carbonífero, además del esquema de cargo por confiabilidad. Para finales de 2010 se espera la entrada de la primera unidad de generación de Porce III con 165 MW, de un total de cuatro, y Flores IV, con 160 MW; ambos proyectos estaban en ejecución con antelación a las subastas.
Luego, a partir del 2011 entran los proyectos de las subastas con la hídrica Amoyá, y para el 2012 las térmicas Termocol y Gecelca. Más adelante, para el 2015 y hasta el 2019, se asignó energía para seis proyectos hidráulicos: Ituango, Hidrosogamoso, Porce IV, El Quimbo, Miel II y Cucuana.
¿Cuál es la principal fortaleza del sector minero?
La principal fortaleza la constituye un enorme potencial geológico minero aún inexplorado a nivel de detalle.
¿Y su debilidad?
Hay que trabajar más en seguridad minera.
El sector de energía eléctrica presenta una debilidad económica para el sostenimiento de los usuarios residenciales en los estratos 1, 2 y 3, por cuanto este subsector está subsidiado.
¿Qué consejos le ha dado a su sucesor?
He resaltado la importancia de promover y sacar adelante las grandes inversiones, por más de 57.000 millones de dólares, que le darán continuidad y robustez al sector.
El norte de este sector, como yo lo veo, es internacionalizar a Colombia como cluster minero energético.
¿Cómo se imagina el sector en cinco años?
Las bases están dadas para que el sector siga con un crecimiento extraordinario. En el campo petrolero, creo que podríamos llegar a unas reservas del orden de 6.000 millones de barriles en probadas y probables. En materia de producción deberíamos estar en aproximadamente a un millón y medio de barriles por día.
En electricidad, debemos tener construidas la gran mayoría de las nueve centrales contratadas en este Gobierno. Quedaría pendiente la terminación de la central de Pescadero-Ituango, prevista para 2018. Deberá haber una gran expansión en electrificación rural, con el uso de los fondos Faer, Fazni, Prone y fondo de Regalías.
La cobertura de redes debe llegar a un 97 por ciento de usuarios frente al 95 por ciento de hoy. Debemos haber terminado la Interconexión con Panamá y la zona de Orocué, Primavera y Santa Rosalía, y deberán estar vendidas las cinco electrificadoras de la Nación.
En minería deberíamos terminar con el Ferrocarril del Carare y estar exportando 120 millones de toneladas de carbón térmico y unos 5 millones de toneladas de carbón metalúrgico. En oro se deberían tener solucionado los temas de La Colosa, Frontino y Marmato. Además, tener resueltos los problemas de seguridad industrial en las minas de socavón.
En materia de gas natural, tener unos 6,5 millones de hogares con servicio y unos 500.000 vehículos convertidos, con producciones por encima de 1.200 millones de pies cúbicos por día y reservas por más de 7 tera pies cúbicos. En biocombustibles deberíamos tener mezclas de 20 por ciento en gasolina y diésel, con un aumento de un 50 por ciento de las áreas sembradas de caña y de palma.
F eltiempo.com
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