Los detalles de la operación se conocerán mañana y la autorización asciende a 50 millones de acciones, que serían colocadas en dos etapas.
Todo está listo, menos el precio. Así se puede resumir el sentimiento que existe al interior del Banco Davivienda que mañana informará al público los detalles finales de su emisión de acciones, una vez la junta directiva de la entidad examine los pormenores del que es uno de los negocios más esperados del año.
Inicialmente, el objetivo es vender 26 millones de acciones que equivalen al 6,4 por ciento de la propiedad del que es el tercer banco más grande del país. Si bien la autorización asciende a 50 millones de acciones, la idea es hacer más adelante una segunda colocación hasta llegar al tope e inscribir el título en otros mercados de valores diferentes al colombiano, como sería el caso de la bolsa de Nueva York en la que ya se encuentra listado el ADR de Bancolombia.
Así comenzará una nueva etapa para la entidad más asociada con su imagen publicitaria: la de 'la casita roja'. Creada como Corporación de Ahorro y Vivienda a los pocos días del nacimiento del sistema Upac en 1972, Davivienda fue y sigue siendo líder en el segmento del crédito hipotecario, incluso después de su conversión a banco en 1997.
Aparte de vivir los avatares propios del sector financiero en Colombia, la empresa ha tenido una llamativa evolución como parte fundamental del Grupo Bolívar, su principal propietario. En diciembre del 2004 adquirió el Banco Superior y en el 2006 compró a Bancafé por más de 2 billones de pesos, gracias a lo cual amplió su red de oficinas, multiplicó el número de usuarios de sus tarjetas de crédito y ensanchó su portafolio de servicios.
Con algo más de 9.000 empleados, Davivienda maneja el 12 por ciento de los activos del sector bancario en el país, al tiempo que encabeza los segmentos de préstamos de vivienda, de consumo y de tarjeta de crédito.
Como si lo anterior fuera poco, ha venido expandiéndose en el ramo de banca corporativa y oficial. En el 2009, por ejemplo, encabezó la clasificación de desembolsos de créditos provenientes de líneas de Finagro, el ente que apoya la actividad agropecuaria.
Para los analistas, una de las claves de su éxito ha sido el manejo de las fusiones con los bancos que ha adquirido, sabiendo absorber empleados y operaciones sin mayores dificultades.
Tales negociaciones le permitieron tener un pie en el exterior, gracias a Bancafé en Panamá y a la oficina que dicha institución tenía en Miami, que está pendiente de obtener los permisos de las autoridades estadounidenses para operar plenamente como una sucursal.
Las acciones
Los 26 millones de títulos serán puestos a la venta utilizando no sólo a una decena de comisionistas de bolsa, sino a cerca de 120 oficinas con el fin de atender e informar al público. La intención es replicar el éxito que tuvo Davivienda en la venta de acciones de Ecopetrol o ISA, pero esta vez actuando en causa propia.
Aunque el objetivo general sería el de vincular tantos accionistas como sea posible, los montos más pequeños tendrán prioridad, siendo la inversión mínima de 10 millones de pesos. En caso de que la emisión sea sobresuscrita -que es lo que esperan los especialistas-, habría un prorrateo para la adjudicación a la demanda de los grandes compradores, a partir de un monto que también será definido mañana.
Todo depende, por supuesto, del precio de la acción. Si bien el monto en libros del patrimonio de Davivienda asciende a unos 2,9 billones de pesos, las negociaciones de títulos de otros bancos que se transan en la bolsa están a casi tres veces el valor patrimonial. Si esa lógica se aplica, el valor total de la oferta se acercaría al medio billón de pesos.
Vale la pena aclarar que las acciones tendrán la característica de tener derecho a un dividendo preferencial del 1 por ciento anual sobre el valor original, pero no tendrán derecho a voto. De hecho los accionistas actuales tendrán la posibilidad de hacer la conversión de sus títulos, pero dicha facultad estará restringida a los minoritarios.
En la actualidad, diferentes sociedades del Grupo Bolívar tienen el 62,8 por ciento de participación; Cusezar posee el 19,73 por ciento; la IFC, el 9,16 por ciento; algunos grupos familiares, el 7,84 por ciento, y otros accionistas, el 0,44 por ciento.
La nueva era que comienza mañana tendrá varios capítulos. Una vez la junta adopte las decisiones de rigor, se iniciará una agresiva campaña de publicidad para invitar al público a comprar las acciones. Acto seguido vendrá el proceso de recibir ofertas que tardará un par de semanas, para dar paso a la adjudicación, que puede tomar tres semanas más. En resumen, los conocedores del tema calculan que en los primeros diez días de octubre la acción podrá transarse en la bolsa de valores, después de que los inversionistas hayan hecho los pagos correspondientes.
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