En los últimos cuatro años, 135 empresas en Colombia que exportan a EE.UU. han sido visitadas por funcionarios de aduanas de este país.
Estos han validado sus medidas de seguridad a lo largo de su cadena de proveedores de bienes y servicios, con lo cual garantizan que sus productos llegarán sin 'contaminación' de drogas ilícitas, sustancias prohibidas, armas, elementos químicos, etc.
Exportadoras de flores, café, cemento, dulces, textiles, papel, plásticos, puertos y aerolíneas han recibido ese visto bueno, señaló Gustavo Lorenzo, del área de Impuestos de la consultora Ernst & Young en Colombia.
Los atentados terroristas del 2001 en EE.UU. llevaron a extremar los controles del ingreso de productos a su territorio, que no se limitan a las inspecciones aduaneras sino que se extienden hasta las fábricas en el exterior y las empresas que prestan servicio de transporte, puertos, etc.
Así, por iniciativa del gobierno y la industria estadounidense, nació el programa C-TPAT (Customs-Trade Partnership Against Terrorism), con el fin de fortalecer la seguridad y del cual sólo forman parte importadores de EE. UU.
Sin embargo, ya comenzaron a exigir a sus proveedores esquemas de acuerdo con los lineamientos del C-TPAT.
Cuando el importador decide 'interceder' por su proveedor colombiano, se lo notifica al Servicio de Aduanas de EE. UU. Funcionarios visitan la empresa en Colombia, para verificar y validar la información sobre la seguridad en la cadena de suministro.
La inspección comprende, entre otros aspectos, seguridad de contenedores, controles de acceso físico, seguridad de personal y de procedimientos, entrenamiento de seguridad, seguridad física y tecnologías de información.
Las visitas de la Aduana, comentó el experto de Ernst & Young, no tienen ningún costo para la empresa colombiana y, en cambio, si pasa el examen, obtiene una gran cantidad de beneficios, entre estos facilidad de ingreso de sus productos a EE. UU.
Empresas como Ecopetrol han establecido como medida rutinaria el chequeo minucioso de los buques que transportan el combustible desde puertos colombianos. El trabajo es realizado por buzos expertos en detectar, en el casco de las embarcaciones, posibles contaminaciones que puedan malograr las relaciones comerciales. La filosofía del C-TPAT es la de que la seguridad no puede afectar la agilidad que caracteriza al comercio internacional. Por el contrario, los vinculados en este programa adquieren ventajas competitivas frente a quienes no hacen parte de él.
Una exportadora de flores demostró, según Lorenzo, que conoce muy bien al que transporta su producto hasta las bodegas del aeropuerto Eldorado, al proveedor de agroquímicos, al de las bolsas, al de las cajas, etc.
Ventajas del sistema para el exportador colombiano
¿Cuáles son las ganancias para los exportadores colombianos que deciden medírsele a la validación? En primer lugar, enfatiza un documento de Ernst & Young, la exigencia de los importadores C-TPAT para obligar contractualmente a sus socios comerciales extranjeros a cumplir con los requisitos mínimos es cada día mayor. Dicho eso, agrega que los beneficios potenciales que obtiene un exportador colombiano son de varios tipos: estratégicos, económicos y operativos.
La validación se convierte en una oportunidad para posicionarse y mejorar su competitividad frente a clientes; el colombiano se vuelve un proveedor atractivo para importadores en este país.
Así mismo, reduce de manera progresiva y según 'méritos' los controles e inspecciones del Servicio de Aduanas; sus productos pasan menos tiempo o no tienen que almacenarse en las bodegas portuarias. Los bienes llegan a tiempo y sin contaminación, lo que aumenta la oportunidad y eficiencia en la atención al cliente estadounidense, lo que le representa una baja en sus costos logísticos.
Además, es la oportunidad para mejorar la eficiencia de la cadena de suministro en general y procedimientos de seguridad en particular.
En suma, la marca y los productos del exportador ganan imagen entre los importadores, a diferencia de aquellos que ven interrumpido el flujo de sus bienes, y estos van teniendo menos aceptación entre los compradores y consumidores finales, lo que conduce a una salida paulatina del mercado.
JORGE CORREA C.
REDACCIÓN DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS
F eltiempo.com
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